Pero por lo menos se daban besos... Más misteriosa es la sexualidad de Sam, ponele. ¿Los negros no cogían? ¿Violadores o célibes? Imposible. Hay que escarbar ahí.
Algunos se preguntarán por qué no hablo de cine europeo. Porque no. Porque no, porque en el cine europeo abunda el desnudo, porque los tanos, los suecos y alemanes culorroto como Fassbinder se cansaron de mostrar tipos y minas en bolas, tirados, lánguidos y decadentes, tipo cuadro bizantino. Que se vayan a la mierda. Están pasados de rosca. En Europa hace tiempo que se cansaron de coger.
Prefiero los yanquis, por dos razones.
Una porque son reprimidos y pajeros sin remedio. Las divas con las tetas apretadas te cuentan que son vírgenes y que vienen de una granja de Kentucky, que son muy soñadoras y que quieren cambiar el mundo y te hacen sentir una basura porque querés sacudirlas. O tocarles el culo, por lo menos. Eso genera mucha violencia, mucho de todo. Eso es espectacular cuando revienta. Y va a reventar. Lo siguen inflando y va a reventar.
La otra razón es porque Hollywood es importante en el mundo, etc, etc. Porque sus "estrellas" (uff..) conforman ( uff...) la iconografía (ah...) de nuestra cultura. El sexo es cultura y educación.
Los de Hollywood no son hombres y mujeres, son muñecos. Si los cinéfilos los dejamos ahí, en la vitrina, somos verdaderos pelotudos, coleccionistas de estampillas, inventariando información que a nadie le calienta. Que a nadie le importa, que es lo mismo. Los PornoCinéfilos usamos los muñecos para jugar.
Agarramos la Deanna Troi, le dibujamos la concha con una microfibra y la frotamos con las manitos de Data, mientras Geordi La Forge se apoya a Picard. No hay drama, puede decir que se le rompió el visor y se confundió.
Jugamos con muñecos y hacemos que hagan lo que queremos.
Y lo que queremos es coger.
Y lo que queremos es coger.
Coger y que los demás cojan, para no sentirnos solos.
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